Texto enviado pelo artista uruguaio Ricardo Lanzarini ao LAB em 9/10/2011 sobre o
conceito da obra “Cómo llegar a las masas” e os desdobramentos de sua exposição
na 6o.VentoSul - Bienal de Curitiba.
Na ocasião da redação do texto, o artista havia recém tomado conhecimento do fato de que, desde a inauguração da Bienal (em 18/09/2011), sua obra, exposta na Galeria Júlio Moreira, havia sido interditada.
Lanzarini soube do ocorrido ao acaso quando uma das editoras do LAB#4, Rafaela Tasca, entrou em contato com o artista para uma reportagem.
O artista nos enviou um email com seu texto ao saber dos trabalhos em curso do Laboratório de Crítica de Arte, LAB#4.
Assim, cedemos o espaço desta edição à publicação de suas opiniões.
Na ocasião da redação do texto, o artista havia recém tomado conhecimento do fato de que, desde a inauguração da Bienal (em 18/09/2011), sua obra, exposta na Galeria Júlio Moreira, havia sido interditada.
Lanzarini soube do ocorrido ao acaso quando uma das editoras do LAB#4, Rafaela Tasca, entrou em contato com o artista para uma reportagem.
O artista nos enviou um email com seu texto ao saber dos trabalhos em curso do Laboratório de Crítica de Arte, LAB#4.
Assim, cedemos o espaço desta edição à publicação de suas opiniões.
"... cómo llegar a las masas?"
por Ricardo Lanzarini
La forma en que construyo mi obra es desde el punto de vista del hombre de la calle que al pasar por delante del titular de un periódico lee y deconstruye al mismo tiempo lo leído. En ella aparecen desde Nietzsche a lideres religiosos, picassos, curas, obras de arte, museos, presos, árabes, Carlos Marx, hospitales, chinos, entre otros muchos y todos envueltos en mi universo. La obra termina siendo una construcción delirante, cargada de humor en su patetismo.
No busco en absoluto dar ningún mensaje, me gusta decir que soy un escéptico energético, el escepticismo es político lo energético proviene del arte. Solo dejo que los dibujos y las situaciones que van apareciendo en mi mente se sucedan sin control. Busco tanto en los dibujos en papel que realizo en mi estudio como en los que realizo directamente en los muros de una sala un punto de complejidad que me una al espectador: pretendo mostrar que estoy tan extraviado como el.
Yo creo que este trabajo es muy fuerte porque no tiene especulación, todo esta lanzado desde "el otro lado del espejo" allí esta su fuerza. Podría decir que en mi obra queda demostrado que no hay mejor viagra que detentar el poder en algunas de sus formas.
En la obra en papel trabajo mucho tiempo, meses a veces buscando una forma que contenga esas narraciones y en las salas, cuando me enfrento a una pared en blanco es lo mismo: realizo bocetos en el lugar y la preparo allí y estoy abierto y en búsqueda de estrategias visuales que aparezcan en el lugar. Busco la síntesis y la belleza de la linea en mis dibujos sabiendo que allí, en la sintaxis, es donde está su energía al unirse con el mundo que describen.
Cuando estoy construyendo la obra no busco que tenga humor ni que ridiculice, eso aparece naturalmente. De la idea de realizar proyectos especialmente para un lugar lo que más me interesa es el concepto de "actualidad" aplicando una idea de contemporaneidad radical al compartir con el público el lugar y el momento.
La censura se equivoca, seguramente invoca los penes y testículos que dibujo como motivo para la clausura de mi exhibición, pero mi obra no tiene nada que ver con penes ni con sexo, tiene que ver con el poder, son metáforas crudas del poder. Son cofradías y manadas de machos que diseñan la política y las relaciones del mundo, las que construyen eso que llamamos sistema.
Realicé esta piezai trasladándome por dos semanas a Curitiba, muy especialmente para hacer este trabajo site specific (en la Galería Julio
Moreira), luego completé la obra realizando el otro proyecto en el Museo
Oscar Niemeyer, ambos construyen un concepto, un quiebre del discurso
entre ambos espacios. Censurar la comunicación equivaldría a no entender
este dialogo desde la fisura que plantea mi obra ni el concepto de la Bienal.
Ambos proyectos (museo y subterráneo) fueron pensados como una sola instalación donde se muestran dos tensiones distintas. En una (Museo Niemeyer), al dibujo hay "que arrancarlo de la pared", el público debe encontrar el dibujo en el límite de lo visible, mientras que en el subterráneo (donde pasan diariamente cientos de personas), la tensión es producto del descontrol de las narraciones ubicadas en un espacio que se debate entre lo privado y lo público.
En este sentido merece un comentario la Galería Julio Moreira ya que creo enriquece mucho mi trabajo. Lo primero es que si bien está en el corazón de la ciudad mantiene cierta privacidad al ubicarse dentro de un pasaje subterráneo, no se sabe muy bien qué es ya que no se trata de una galería tradicional sino más bien de un espacio que parece no definirse entre lo público y lo privado.
A mi entender este accidente geográfico que "sufre" la galería potencia el aspecto crítico de mi trabajo. Creo que fue un acierto de los curadores el proponerme ese espacio para recibir mi obra ya que esos dibujos en la calle
quizás pasarían desapercibidos y en un espacio privado quedarían protegidos seguramente por la intermediación académica.
Hago este comentario porque me resulta paradójica también esta censura con la idea que la Bienal tiene de descentralizar, si van a”proteger“a la gente de las obras de arte, entonces deberían hacer la Bienal en un museo, ya que para eso están los museos, me pregunto: si no es para estas fricciones ¿para qué la descentralización? ¿sólo para hacer que la gente camine?
Sobre el tema de la censura cualquiera sea es indignante, absurda y patética en el entendido que la gente al enterarse del hecho acude masivamente y agudiza su percepción para una lectura entre lineas. Pero también descalifica a la organización de la Bienal en su conjunto: directores, curadores, etc, que son desacreditados, ¿qué curador podrá seriamente invitar a un artista y darle las garantías que su obra necesita para ser exhibida?
A mi entender lo más preocupante de la censura es su repercusión hacia el futuro, es decir cómo esto podría incidir en las futuras decisiones de curadores para elegir proyectos para que no sean censurados.
Cubrir la entrada de la galería es cambiar su naturaleza, menguando su potencial comunicativo. De esta forma se está censurando también a los curadores, quienes buscaron especialmente ese lugar, que fue adecuado de manera excelente, para albergar mis dibujos y ahora se le prohibe a la gente, no sólo el verlo desde el espacio público sino también ingresar a la sala, ya que por lo que me han informado la misma está siempre cerrada.
Ambos proyectos (museo y subterráneo) fueron pensados como una sola instalación donde se muestran dos tensiones distintas. En una (Museo Niemeyer), al dibujo hay "que arrancarlo de la pared", el público debe encontrar el dibujo en el límite de lo visible, mientras que en el subterráneo (donde pasan diariamente cientos de personas), la tensión es producto del descontrol de las narraciones ubicadas en un espacio que se debate entre lo privado y lo público.
En este sentido merece un comentario la Galería Julio Moreira ya que creo enriquece mucho mi trabajo. Lo primero es que si bien está en el corazón de la ciudad mantiene cierta privacidad al ubicarse dentro de un pasaje subterráneo, no se sabe muy bien qué es ya que no se trata de una galería tradicional sino más bien de un espacio que parece no definirse entre lo público y lo privado.
A mi entender este accidente geográfico que "sufre" la galería potencia el aspecto crítico de mi trabajo. Creo que fue un acierto de los curadores el proponerme ese espacio para recibir mi obra ya que esos dibujos en la calle
quizás pasarían desapercibidos y en un espacio privado quedarían protegidos seguramente por la intermediación académica.
Hago este comentario porque me resulta paradójica también esta censura con la idea que la Bienal tiene de descentralizar, si van a”proteger“a la gente de las obras de arte, entonces deberían hacer la Bienal en un museo, ya que para eso están los museos, me pregunto: si no es para estas fricciones ¿para qué la descentralización? ¿sólo para hacer que la gente camine?
Sobre el tema de la censura cualquiera sea es indignante, absurda y patética en el entendido que la gente al enterarse del hecho acude masivamente y agudiza su percepción para una lectura entre lineas. Pero también descalifica a la organización de la Bienal en su conjunto: directores, curadores, etc, que son desacreditados, ¿qué curador podrá seriamente invitar a un artista y darle las garantías que su obra necesita para ser exhibida?
A mi entender lo más preocupante de la censura es su repercusión hacia el futuro, es decir cómo esto podría incidir en las futuras decisiones de curadores para elegir proyectos para que no sean censurados.
Cubrir la entrada de la galería es cambiar su naturaleza, menguando su potencial comunicativo. De esta forma se está censurando también a los curadores, quienes buscaron especialmente ese lugar, que fue adecuado de manera excelente, para albergar mis dibujos y ahora se le prohibe a la gente, no sólo el verlo desde el espacio público sino también ingresar a la sala, ya que por lo que me han informado la misma está siempre cerrada.
Mi obra, como comenté anteriormente, construye metáforas a partir de
situaciones excesivas, absurdas y delirantes, exactamente como esta que
estamos discutiendo. ¿Por qué entonces la censura? Tal vez en realidad lo
que molestaba no eran tanto las imágenes sino el sentido verdadero de la
obra.
i Las obras que realice para la Bienal de Curitiba se titulan:
Como llegar a las masas, 2011. Dibujo sobre pared- tinta, pastel, lápiz. Dimensiones variables. Galeria Julio Moreira.
¿Y en tu pared que ves?*, 2011. Dibujo sobre pared- lápiz. Dimensiones variables. Museo Oscar Niemeyer.
*Pasaje de la novela "Fin de partie", Samuel Beckett, 1957
i Las obras que realice para la Bienal de Curitiba se titulan:
Como llegar a las masas, 2011. Dibujo sobre pared- tinta, pastel, lápiz. Dimensiones variables. Galeria Julio Moreira.
¿Y en tu pared que ves?*, 2011. Dibujo sobre pared- lápiz. Dimensiones variables. Museo Oscar Niemeyer.
*Pasaje de la novela "Fin de partie", Samuel Beckett, 1957
TUC 11/10/2011 - Foto tirada por Daniel Duda |
Imagem do trabalho enviada pelo artista |
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